Una de las maneras como podemos nutrir y cuidar de la sexualidad en una relación es hablar sobre sexo con nuestra pareja. Sin embargo, hablar de sexo puede ser muy difícil para algunas personas y despertar sentimientos que no tengan nada de sexy, sentimientos que pueden ser, por el contrario, desagradables.

Un ejercicio útil para fomentar una intimidad más profunda con la pareja es el siguiente:

Adoptando un formato donde uno escucha y el otro habla, por turnos, el que escucha hace a su pareja preguntas abiertas desde la curiosidad y el interés. El que habla contesta, de la manera más abierta posible en función de su experiencia. Estas son algunas de las preguntas que pueden ayudar a explorar la sexualidad, construir una conexión basada en la confianza y avanzar hacia una mayor comodidad sobre vuestra sexualidad:

-¿Qué mensajes recibiste sobre el sexo en tu infancia y adolescencia?

-¿Estos mensajes tenían alguna influencia religiosa?, ¿cuál?

-¿Qué mensajes recibiste sobre la masturbación de joven, si recibiste alguno?

-¿Hablaban tus padres sobre sexo?, ¿de qué manera?

-¿Cómo te sentiste acerca del sexo después de tu primera experiencia?

-¿Cuáles son tus ideas y sentimientos sobre el papel que juega el sexo en una relación de pareja?

-¿Qué ideas o expectativas tenías sobre cómo sería el sexo en una relación de pareja estable?

Puedes añadir las preguntas que sientas que pueden ayudarte a conocer a tu pareja de manera más profunda. No es un ejercicio para indagar sobre detalles sexuales de posibles relaciones anteriores. Es importante realizar este ejercicio en un clima de respeto mutuo y confianza.

Deberíais dedicar 20 minutos cada uno a cada rol, un total de 40 minutos para el ejercicio. Aunque hayáis estado juntos desde hace años, este ejercicio puede ayudar a recordar que quizá hayan cosas que aún no conocemos de nuestra pareja. El interés y la curiosidad ayuda a crear una mejor intimidad sexual. ¡Disfrutadlo!