Algunas personas dejan su relación separándose o a través del divorcio. En otras ocasiones, se hace viviendo vidas separadas bajo un mismo techo. Estos son algunos de los indicios de que una relación está en su etapa final:

  • Hablar parece inútil por lo que cada uno intentará solucionar los problemas a su manera y a solas
  • Se empiezan a llevar vidas separadas
  • Se sienten solos

En esta última etapa uno de los miembros de la pareja puede tener una relación fuera de la pareja, pero esto sería un síntoma de que su relación de pareja está agonizante. Muchas veces se busca ayuda para la relación cuando se están viviendo ya estas últimas etapas, no habiendo visto las señales de peligro mucho antes.

Si se hubiera dispuesto de un buen GPS emocional para la relación, la pareja habría podido encontrar que sucedían cosas como:

  • Las conversaciones tenían un planteamiento violento, existía el desprecio, la falta de consideración, u otros errores de este tipo
  • Existía un sentimiento de sentirse abrumados, sobrepasados por la situación no logrando resolver ciertos conflictos
  • Se tenían pensamientos negativos sobre la relación con frecuencia

Tras la separación emocional, en la mayoría de los casos una ruptura es sólo cuestión de tiempo.

Sin embargo, incluso una pareja que ha tocado fondo puede recuperarse si recibe la ayuda adecuada. Para recuperar una relación de pareja debe abordarse no solamente cómo manejan ambos miembros de la pareja las discusiones y los conflictos (comunicación), sino también cómo se comportan cuando no están discutiendo (amistad). Después de muchos años de investigación y trabajo clínico con parejas, hoy conocemos que la clave está en la combinación de estos dos aspectos.