Investigaciones de la universidad de Michigan, han mostrado que una relación de pareja infeliz aumenta en un 35% las posibilidades de enfermar, e incluso de acortar nuestra vida en una media de 4 años. Una de las razones de que esto ocurra tiene que ver con la respuesta fisiológica que experimentamos cuando somos infelices en la relación con nuestra pareja.

Una relación con la que nos sentimos infelices genera estrés físico y emocional. Esto supone un desgaste para el cuerpo y para la mente, que pude materializarse en enfermedades como la hipertensión o enfermedades coronarias, trastornos psicológicos, como la ansiedad, la depresión, etc.

Los investigadores vieron que las personas que están en una relación donde se sienten felices y compenetrados, tienden a ser más conscientes de su salud y también observan entre ellos la salud del otro, teniendo en cuenta cómo está su pareja, si su alimentación es sana, si toman las medicinas prescritas, etc.

También se ha mostrado evidencia clínica de que una buena relación beneficia nuestro sistema inmunológico, lo cual estimula las defensas del cuerpo contra la enfermedad.

Si dedicamos un 10% del tiempo que pasamos en el gimnasio a cuidar de nuestras relaciones de pareja, nuestra salud puede verse mucho más beneficiada.

Por otro lado, cuando una relación comienza a ir mal, también los hijos lo padecen. Los niños que viven en hogares con hostilidad matrimonial sufren elevados niveles de estés en comparación con los otros niños, y en la adolescencia muestran un mayor índice de absentismo escolar, depresión, rechazo a los compañeros, problemas de comportamiento y malas calificaciones.

Hazlo por ti, por tu salud o por tus hijos, pero si te sientes mal a raíz del malestar en tu relación, no esperes a que sea tarde, actúa desde hoy mismo para poner remedio a la situación. Trabajar en la relación de pareja puede asustarnos, podemos sentirnos confundidos y no saber por dónde empezar.